La
provincia de Zamora presenta diversos puntos de interés
especial en sus zonas centro y occidental: Aliste y tierra
de Alba.
Probablemente
no existe en nuestra península ninguna comarca o pueblo,
donde como aquí se haya mantenido en uso la característica
indumentaria, de rasgos tan peculiares y con tan lenta evolución,
como en el caso de Aliste.
Linares
y batanes hablan del cultivo de lino y la producción de
lana. Los tejidos de lino y de lana se destina al ajuar
doméstico y a la indumentaria. Además se hacían alforjas
y mantas, así como mantos y jergas.
De
lino eran las sábanas y paños de adorno, además de manteles
y camisas.
De
los telares se sacaba el paño pardo para la indumentaria
como el manto para la mujer y la capa y la casaca para el
hombre.
Los
bordados populares tienen una rica variedad. Las camisas
de mujer llevan bordados los puños, cuello, pechera y hombros.
Suelen ser monocromos, destacando azul o pardo.
También
se bordan manteos, justillos y gabachas.
La
indumentaria infantil era bordada a punto de cruz, de vivos
colores, sobre el lino de los capillos (gorros
ceremoniales infantiles) y corbatas.
Característico
de Aliste es el empleo de cintas sobre puestas, tanto en
la ropa de vestir como en paños de ofendas. Son de distintos
colores y son frecuentes las líneas en zig-zag. Se decoran
así mantillas de niño, mandiles, gabachas y paños, consiguiendo
una intensa y hermosa sobriedad.
Los
motivos decorativos son florales, esquemáticos, geométricos.
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Traje
femenino
Lo
más característico del traje femenino de esta región fueron
los motivos decorativos que se consiguen mediante la aplicación
de cintas de materiales y colores diversos, sobre el tejido
siempre oscuro.
 
Las
cintas pueden ser rectas, en zig-zag o dentadas, formando
a veces bandas paralelas en las que alterna diferentes colores:
rojo, amarillo, azul o verde. Se decoran así sobre todo
las gabachas o dengues que cruzan el pecho y caen sobre
la espalda, y también los mandiles.
Los
pañuelos
que cubren la cabeza son estampados, se anudan en la parte
alta, y el color característico de los alistanos es rojo con
flores. También los hay en otros colores y los merinos.
Los
extremos de las gabachas se rematan a menudo
con otra línea centrada (recta o quebrada) que, naciendo del
pico, se remata con cortes circulares de tejido semejante
a una flor esquematizada al máximo, pero de una gran fuerza
expresiva, en contraste con el fino paño de lana de la base
que casi siempre es azul oscuro. Cuando
las cintas son tres, unidas por su base y abiertas, formarán
el ramo o árbol esquemático, tan característico de la zona,
y que se aplica también sobre los mandiles con similar factura.
El
justillo
o jubón cubre la camisa, dejando a la vista las mangas, puños
y cuellos.
Los
mandiles rayados
son muy característicos en todo Aliste, en colores amarillo,
rojo y azul, sobre todo, predominando los dos primeros en
la parte baja del mismo, mientras que arriba se prefieren
las listas azules más anchas.
Se
confeccionaban estas prendas en talleres domésticos, mezclando
en su tejido el lino y la lana, y se conocen en la zona como
mandiles de picote, en alusión a su áspero tejido.
La
saya,
cerrada, negra casi siempre, puede ser lisa o plisada. Sobre
ella pende la faltriquera o avantal, llamada también farraca.
La
camisa femenina
es característica, siempre de blanco lino y con hermosos bordados
de muy antigua tradición, que se sitúan en el cuello, a veces
en las hombreras, y sobre todo en los puños, sencillos o dobles,
o lo que es lo mismo, con una ancha banda bordada, o dos en
paralelo y con distinta labor. Estos bordados, compuestos
por elementos geométricos, son siempre monocromos, preferentemente
azul oscuro, pero también negro o marrón o excepcionalmente
combinado azul y rojo.

Las
medias
son blancas, de lana o lino, realizadas con labor de aguja.
Las hay sin pie y con diseños en espiga.
Los
zapatos
típicos son de oreja, con amplia solapa que
se extiende asimétrica y calada.
También
se conservan mantillas de lana para ceremonias religiosas,
blancas o negras, con borla en la frente, carentes de decoración.

Imprescindibles
en la indumentaria femenina son las joyas, caracterizadas
por los collares de vueltas, en la mayoría de los casos
de pasta de vidrio, policromadas, junto con las bolas blancas
y negras. Las corraladas eran muy apreciadas.
También aparecen cruces y medallas, relicarios, ... Los
pendientes suelen ser de plata y de tipología variada.
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El
traje masculino

La
camisa
blanca de lino, con puños y cuellos bordados en el mismo
color o en negro o azul.
La
pechera es rectangular, deshilachada y bordada con primor.
Son
tradicionales las camisas de cabezón por el alto
cuello bordado en su totalidad, con técnicas de muy antiguo
origen e impresionante efecto.
El
calzón
es de rudo paño, de trapa y corto hasta las rodillas.
El
chaleco
se superpone a la camisa, con escote triangular y de solapa,
con la peculiaridad de que sus bordes y ojales se bordan
con diferentes colores, así como también con elementos florales
y geométricos en el centro de la espalda, predominando rojos,
verdes, amarillos y azules.
Faja,
medias blancas y polainas
completan el atuendo, en el que el calzado son las
cholas de madera herrada en la suela y cuero.
El
traje masculino de Aliste conserva varias prendas de interés
excepcional y sin parangón en otros lugares, como la
montera de paño marrón combinado con otros colores,
con la que el hombre cubría su cabeza en determinadas ocasiones.
Las
casacas y capas de chiva son el emblema de las tierras alistanas
en lo referente a indumentaria masculina.
La
casaca
es de grueso paño oscuro de lana diferente a la capa en
que tiene mangas. El cuello y puños de la casaca llevan
adornos en paño negro.

Las
capas pardas o de chiva
se confeccionan empleando tosco y grueso paño de lana de
colores pardos más o menos
oscuros, elaborado en telares domésticos abundantes antiguamente
en la comarca.
Los
motivos decorativos suelen ser florales y geométricos y
se alternan a menudo con ajedrezados, en armonía, situándose
sobre el borde de la
capucha, escalvina, hombros y parte delantera, además de
en la chiva que en Aliste cuelga del pico de
la capucha.
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